Tarte Tatin es una variante de la tarta de manzana en el que las manzanas han sido caramelizadas en manteca y azúcar antes de incorporar la masa.
Su peculiaridad es que se trata de una tarta al revés, es decir, para su elaboración las manzanas se ponen debajo y la masa encima.
Hay muchas historias que cuentan el origen de esta tarta, quizas la que más fuerza tiene es la que cuenta que el origen del Tarte Tatin fue por accidente en el ‘Hotel Tatin’ en Lamotte-Beuvron, Francia en 1889, lugar del que deriva el nombre.
El hotel era regentado por dos hermanas, Stéphanie Tatin (1838–1917) y Caroline Tatin (1847–1911). Y fue por un despiste de Stéphanie Tatin hizo que se cocinaran más de la cuenta las manzanas, y para no desperdiciarlas le pusieron la pasta encima y la hornearon, y después le dieron vuelta con cuidado, dando lugar a esta variante tan conocida en la cocina francesa.
El hotel era regentado por dos hermanas, Stéphanie Tatin (1838–1917) y Caroline Tatin (1847–1911). Y fue por un despiste de Stéphanie Tatin hizo que se cocinaran más de la cuenta las manzanas, y para no desperdiciarlas le pusieron la pasta encima y la hornearon, y después le dieron vuelta con cuidado, dando lugar a esta variante tan conocida en la cocina francesa.
La receta:
100 gr. de masa azucarada
500 gr. de manzanas
50 gr. de azúcar
1 cda. de miel
1 cda. de agua
1 cda. de manteca
Pelar las manzanas, cortarlas en dos y eliminar el corazón.
En una sartén colocar el agua, la manteca, la miel y poner al fuego hasta que se haga caramelo. Retirar del fuego. Disponer la manzana en la sartén.
Hornear 30 minutos. Retirar del horno.
Estirar la masa azucarada y poner encima de las manzanas, hornear otros 15 minutos y retirar. Dejar reposar una hora.
Para desmoldar calentar la sartén al fuego
