Hace meses tenía ganas de probar, había leído de ella, una polenta realizada con trigo sarraceno.
Pero no conseguía ese trigo (que no es trigo, pero no importa), hasta que por fin conseguí
y ahora a buscar recetas.
Revise mis libros de cocina italiana, me metí en páginas italianas, vi videos.
Entonces decidí armar mi propia receta de prueba. Una versión de una sola porción, solo para mí.
Todas las recetas vistas tienen una mezcla de harina de maíz y harina de trigo sarraceno.
Pero ya había visto, y no recuerdo donde, una de solo trigo sarraceno, así que obvié la harina de maíz en mi receta.
La receta
50 grs de harina de trigo sarraceno
80 grs de queso fontina (uno bien sabroso) cortado (a cuchillo) en finas fetas
50 grs de manteca
sal gruesa
650 cc de agua
Poner a hervir el agua en una cacerola. Cuando el agua esté a punto de alcanzar la temperatura de ebullición (comienzan a formarse burbujas en el fondo de la olla), agregar sal y poner la harina en forma de lluvia, revolviendo con una cuchara de madera o con un batidor, para asegurarse de que no se forman grumos y la masa está bien mezclada.
Cuando comience a espesar, agregar la manteca.
Y volver a mezclar. El tiempo de cocción, a menos que se utilicen harinas precocidas, varía, según las recetas, de 45 minutos a 2 horas; Para que alcance la consistencia adecuada, se recomienda verificar la cocción para encontrar la densidad deseada. Además, como son tiempos muy largos, es aconsejable continuar mezclando la preparación regularmente para que no se pegue al fondo de la olla, que debe cerrarse con una tapa, para no dispersar el calor.
Al final de la cocción, agregar el queso, y seguir revolviendo para disolverlo. Retirar del fuego y servir.
Es de color marrón, la comí así sola, de gusto intenso, raro y a la vez rico.
para la próxima, quizás la acompañe con unos hongos o un estofado de carne al vino.
