Como disfrutar de un buen té

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Una buena taza de té requiere de todo un ritual para poder ser disfrutada en plenitud. Una mala eleccion ya sea en el procedimiento como en la elección puede arruinar las mejores hojas de esta milenaria bebida.

Para poder disfrutar de un buen té es necesario:

Elegir un té de buena calidad, tener en cuenta que la calidad de las hojas influye en el resultado final.
La temperatura del ague es muy importante a la hora de obtener un buen té.
tener en cuenta estas consideraciones:
Si es negro el agua debe estar entre los 90 y los 95ºC, justo por debajo del punto de ebullición.
Para los tés verdes la temperatura ideal de preparación se encontraría entre los 85 y los 90º C. Para llegar a estas temperaturas basta con hervir el agua y esperar después unos segundos a que se enfríe ligeramente.

Tener mucho cuidad de no utilizar agua hirviendo (100ºC) el sabor y olor del té se verán perjudicados.

Es mejor hervir el agua en un recipiente al fuego, o con un hervidor de agua, ya que así es más intensa la percepción de aroma y del sabor del té. Si calientas el agua en el microondas, se ha de remover el agua con una cucharilla antes de introducir la bolsita de té.
Es preferible poner la bolsa del té en el recipiente donde vaya a consumirse y verter el agua caliente sobre ella. De esa forma, nos aseguramos de que la temperatura de infusión sea la correcta.

El recipiente ideal para degustar el té son las tazas de cerámica, de porcelana de color blanco o de vidrio transparente. Estos recipientes nos permiten disfrutar el color del té, no interfieren en el sabor del mismo y mantienen su calor.

El tiempo de infusión ideal para preparar un buen té es de entre 2 y 3 minutos. No obstante, dependiendo del tipo del té y, sobre todo, de los gustos personales, este tiempo de infusión puede ser mayor o menor. Cuanto más tiempo se deje la bolsa en el agua, mayor será la extracción de las sustancias que nos proporciona el té: teanina, flavonoides, polifenoles, teína, taninos, etc…, y mayor será la intensidad del sabor y de la astringencia. El equilibrio perfecto entre sabor, astringencia y extracción se alcanza entre los 2 y 3 minutos de infusión.

El azúcar ayuda a mitigar la astringencia de los taninos del té y redondea el sabor. Un efecto similar tiene la leche, y el limón añade una nota de frescor por su acidez, lo cual puede ser muy interesante si el té se va a tomar frío como refresco.

Su aroma y sabor se aprecian mejor cuando el té está caliente, pero esto no es un impedimento para disfrutar de nuestro té frío en verano o en cualquier momento del año en el que nos apetezca algo fresco, ya que por su astringencia proporciona una agradable sensación refrescante en la boca.

Para poder apreciar en su totalidad el sabor y aromas del té debemos beberlo a pequeños sorbos, ‘pasearlo’ por la boca para que vayan liberándose todos sus matices olfativos y gustativos.

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